La reserva de agua dulce más grande del mundo es por sí sola un atractivo tentador. Si a eso le agregamos lindas playas, buen ambiente familiar, excelentes servicios y varias propuestas de ocio, tenemos un destino veraniego más que atrapante. Así es Balneario Lago Merín, un lugar poco conocido pero que guarda algunos de los rincones naturales más impresionantes del país.
Qué ver y qué hacer en Lago Merín
La Laguna Merín, amplia como un mar, es simplemente deslumbrante. Son 4500 kilómetros cuadrados de agua yodada y pura, declarada en 1940 por la FAO como la primera reserva natural de agua dulce. El balneario se asienta sobre sus playas de arena fina y vegetación agreste. Las aguas de la laguna tienen como particularidad un oleaje y viento permanentes, pero llanas y sin la salinidad del Océano.
Los deportes acuáticos y de playa son la actividad preferida en el balneario. En el extremo oeste hay instructores deportivos. El kitesurf y el windsurf son cada vez más practicados en la laguna, que tiene su embarcadero para deportes náuticos y servicio de alquiler de kayaks. Sobre la arena no faltan el fútbol y vóley. Pero si hay un clásico en el balneario es la pesca: el “tiburón de agua dulce”, las tarariras, el sábalo y el pejerrey (en invierno) convocan a pescadores aficionados y expertos, con reel o en barcos.
Del lado brasileño de la Laguna, una tupida hilera de árboles asoma en el horizonte. El paisaje es fotográfico en cualquier punto de la costa. Lejos de la zona céntrica del balneario, los ecoturistas encuentran un verdadero paraíso. Bañados con garzas, chajás y otras especies autóctonas; montes silvestres donde abundan los carpinchos; aves de todo tipo en la desembocadura del río Tacuarí, a siete kilómetros del balneario.
Estos espectáculos naturales se pueden disfrutar todo el año, pero es en verano cuando Lago Merín cobra vida. En temporada alta se realizan varios eventos que convocan a miles de visitantes: la tradicional Elección de la Reina del Lago, competencias de 4X4, encuentro de disc jokeys y de motos, festival de folclore… La vida nocturna en verano es bastante animada, con lugares para salir a comer y discoteca. Y para ir de compras, Río Branco está a solo 20 kilómetros con una amplia variedad de free shops.