En las afueras de Carmelo encontramos uno de los rincones de Uruguay donde mejor se fusionan la historia y la naturaleza. La Calera de las Huérfanas se emplaza en la antigua Estancia de Belén (también conocida como Estancia de las Vacas), un paraje misionero jesuita creado en 1741. Entre 1768 y 1777, la estancia fue administrada por Don Juan de San Martín, padre del Prócer argentino José de San Martín. Luego, hasta 1837, funcionó como hogar de niñas huérfanas, de ahí su nombre actual.
Atractivos históricos de la Calera de las Huérfanas
La construcción más emblemática de la Calera de las Huérfanas es la enorme capilla del siglo XVIII, de la que permanecen su fachada de ladrillos y sus gruesos muros perimetrales. También pueden visitarse los antiguos hornos de cal, las diversas ruinas jesuíticas y algunos senderos interpretativos en el monte nativo para conocer la riqueza natural del lugar, situado entre el Arroyo de las Vacas y el San Juan.
Las 34 hectáreas que componen la Calera fueron declaradas Monumento Histórico Nacional. La ONG Movimiento Pro Calera está desarrollando, en la actualidad, el Proyecto “Actuación integral en Calera de las Huérfanas en clave de desarrollo local”, que busca revalorizar el patrimonio cultural del lugar con acciones como la implementación de iluminación arquitectural.
Tras recorrer el entorno de la estancia con la orientación de un guía, se puede visitar la Sala de Presentación abierta de jueves a domingos de 16:00 a 21:00. Aquí se exhiben objetos de enorme importancia arqueológica, hallados en las excavaciones realizadas en la estancia. La sala se bautizó con el nombre del Padre Misionero Rural Rafael Miquelerana, quien desde 1967 ha realizado una incesante labor de defensa y recuperación de los tesoros de la Calera. Él fue el artífice, hace más de veinte años, de la “Fiesta de la Calera”, que reúne miles de pobladores locales y turistas cada primer domingo luego del 2 de noviembre, para celebrar con un asado o música al aire libre.
La Calera de las Huérfanas está a 15 kilómetros de Carmelo, en dirección sureste. Para llegar hay que tomar la Ruta 21 hasta el kilómetro 241, y continuar por el Camino Juan de San Martín a través de unos 4 kilómetros.