Clásico entre los veraneantes uruguayos y muy atractivo para el turismo extranjero, La Paloma es uno de los destinos costeros más tradicionales de Uruguay. Su historia se remonta a 1874, cuando se construyó su emblemático faro. En torno a él se edificó el balneario, caracterizado por la variedad de playas (puntas rocosas, mar abierto, bahías) y la infinidad de propuestas para todas las edades.
Qué ver y qué hacer en La Paloma
Playa: Son kilómetros y kilómetros de costa atlántica en todas las fisonomías posibles, desde las bahías céntricas hasta las alejadas playas hacia el este y el oeste. Se puede elegir entre playas de moda como La Balconada, lugares familiares como Bahía Grande y Bahía Chica, piscinas naturales como El Cabito, picos surfistas como La Aguada, Zanja Honda y Corumbá, puntos pesqueros como Los Botes, paraísos aislados como Anaconda o balnearios silvestres como Antoniópolis, Costa Azul o Arachania.
Faro de Santa María: El icono del balneario y su construcción más añeja. Se puede subir para contemplar la ciudad desde arriba y sacar buenas fotos de balneario.
Cabo Santa María: En torno al faro se encuentran las primeras residencias de La Paloma. El barrio antiguo combina estilos y arquitecturas, con un aire histórico y señorial que son el marco perfecto para una visita al Faro.
Entretenimiento: A lo largo de la Av. Nicolás Solari, la calle principal, se despliega una enorme oferta de entretenimiento: restoranes, bares, heladerías, cines, ferias artesanales, boutiques y el clásico casino. En verano nunca falta el arte callejero animando la avenida, y los boliches siguen hasta el otro día convocando a los más jóvenes.
Puerto: Está construido sobre la unión entre la Isla Paloma y la costa, protegido por una gran escollera de mil metros de largo. Inaugurado en 1910, es uno de los paseos típicos de la ciudad y cuenta hoy con un circuito turístico, el “Paseo del Puerto”, con opciones gastronómicas y culturales. Se están proyectando mejoras para su uso como puerto deportivo y de pesca artesanal.
Isla La Tuna: Es un islote a solo cien metros de la Bahía de La Paloma, con abundantes rocas que permiten buena pesca. Se puede llegar en bote, nadando o incluso a pie cuando la marea está baja.