Las Flores tiene el encanto tradicional de un balneario con identidad propia. Ubicada a minutos de Piriápolis, esta pequeña localidad fundada en los años 20 es el refugio de quienes buscan paz, comodidad y aire puro, con fácil acceso a las atracciones de los grandes balnearios de Maldonado.
Las casonas tradicionales que bordean la costa se complementan de cabañas y un lindísimo camping para alojarse sin gastar demasiado. A lo largo de la carretera, que es también la avenida principal del balneario, hay unos cuantos comercios, locales gastronómicos y servicios para veranear con todas las comodidades.
Qué ver y qué hacer en Las Flores
Entre los arroyos Las Flores y Tarariras se extiende la serena playa de Las Flores. Su suelo característico de cantos rodados le da un tono pintoresco, pero la hace poco cómoda para baños en algunas zonas de mucha piedra. Poco concurrida, es una playa perfecta para los que quieren descansar con total tranquilidad. A lo largo de la playa hay tres puntos pesqueros que convocan a pescadores deportivos de todo el país, en cualquier época del año.
La playa está bordeada por una linda costanera con miradores y banquitos hacia el mar. La historia de más de noventa años del balneario se revive en sus elegantes residencias antiguas, que se mezclan con casas más modernas en un interesante paseo arquitectónico. Todavía persisten, paralelas a la ruta, las vías ferroviarias que dieron origen a Las Flores, instaladas por los ingleses, aunque el tren ya no pase por el lugar.
Si el día no invita a la playa, siempre se puede emprender una caminata por las calles arboladas del balneario, todas con nombres de flores. Cerca del camping El Edén hay una linda plaza con juegos para niños y unos divertidos asientos de piedra pintados como si fuesen sillones. En las afueras del balneario, los bosques invitan a perderse en su mar de vegetación silvestre.
Pero el sitio más sorprendente y emblemático de Las Flores es el Castillo Pittamiglio, la casa de retiro del político Humberto Pittamiglio, dueño del castillo homónimo en Montevideo. Es una impresionante construcción de estilo medieval, rodeada de montes y famoso por sus riquezas arqueológicas y símbolos esotéricos. Tras un enorme esfuerzo de restauración por parte de la Intendencia de Maldonado, el castillo fue reabierto en 2012 y hoy guarda un interesante museo. Se llega por la Ruta 71.
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