El Castillo Soneira es uno de esos tesoros bien guardados de la ciudad de Montevideo. Se encuentra en la Avenida Suárez 3781, a escasos metros de la Residencia Presidencial en el barrio Prado de Montevideo. El edificio de estilo neogótico pertenece a la familia Soneira y es una construcción del arquitecto francés Víctor Rabu.
El castillo fue construido en 1861, por encargo de Dorotea Villademoros, sobre un terreno de dos manzanas de superficie. Entre los años 1912 y 1914, el arquitecto francés Camille Gardelle (el mismo que construyó el Palacio Piria en Montevideo y el Palcio Brasil) realizó un remozamiento de la finca con materiales de primera, traídos de Europa.
La arquitectura del Castillo Soneira
La primera versión del palacio era más pequeña que la actual y constaba de dos plantas principales, que se utilizaban como habitaciones y recepción. En el subsuelo se encontraban las áreas de servicio y los dormitorios del personal. La gran buhardilla fue empleada como atelier por el hijo de la familia Soneira.
El aspecto actual de la residencia es obra del arquitecto Camille Gardelle, quien realizó numerosas reformas, utilizando los materiales que la familia trajera de Europa especialmente, para dotar a la casa del mayor confort. Se trajeron llaves de luz, fallebas para las ventanas, baldosas de Venecia y Florencia para pisos, roble de eslovenia para las escaleras y mármoles de Carrara. El palacio muestra una innegable inspiración en los chateaux franceses. El predio cuenta además con cancha de tenis, caballerizas y piscina.
Gardelle rediseñó las cuatro fachadas, modificando las aberturas para transformarlas al estilo gótico isabelino. También realizó una ampliación de la planta hacia la parte trasera, manteniendo las proporciones de la fachada frontal. El interior fue modificado sustancialmente, se agregaron ornamentaciones y se incorporaron todos los adelantos de la época en materia de equipamiento de viviendas, incluyendo calefacción central, luz eléctrica. Las ventanas se adornaron con vitrales.
El Castillo Soneira es uno de los edificios más bellos de Montevideo. Si bien no puede visitarse en su interior -ya que pertenece a particulares-, la construcción puede admirarse desde afuera en una recorrida por el barrio del Prado.