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Mercado del Puerto

Mercado del Puerto

El Mercado del Puerto de Montevideo fue inaugurado el 10 de octubre de 1868. Originalmente fue un mercado destinado a surtir de provisiones a los barcos; en él podían encontrarse puestos de frutas, verduras, carne vacuna, aves y pescados. Hoy es un importante complejo gastronómico donde disfrutar lo más tradicional de la cocina uruguaya.

Además de ofrecer la más sabrosas exquisiteces de la gastronomía local, el Mercado permite descubrir una arquitectura típica de otras épocas. Los antiguos puestos son actualmente parte de la mística historia que encierra el Mercado del Puerto, la gran mayoría de sus negocios están destinados a los servicios gastronómicos, aunque también hay locales de artesanías.

El Mercado del Puerto en Uruguay, símbolo de la cultura

La gastronomía del Mercado representa las más arraigadas tradiciones de Uruguay. El asado es el plato predominante y la mayoría de los restaurantes son parrilladas, pero existen otras posibilidades. Se puede degustar un sabroso pescado, un pulpo a la feira, unas rabas a la romana o un sabroso plato de pasta. Uno de los restoranes imperdibles del mercado es El Palenque, donde el asado se sirve al estilo tradicional, junto a los frutos de mar preparados con espríritu español.

Restaurantes en el Mercado del Puerto

Las bebidas también tienen su tradición. El Medio y Medio el trago típico del Mercado del Puerto, inventado en el local Roldós. Consiste en una mezcla de vino blanco seco con un espumante blanco, que actualmente también se encuentra envasado.

En todo el predio del Mercado el bullicio es constante. Las terrazas están pobladas con las mesas de los restoranes que contemplan las actividades de pintores, artesanos, vendedores de antigüedades, músicos callejeros, cómicos y turistas de todas partes. El sábado es el día de mayor actividad en el mercado, que se anima con espectáculos itinerantes de mimos, cantantes y dibujantes que se congregan para darle color a las jornadas.

En resumen, un paseo imperdible, repleto de sabores y desbordado de cultura e historia. Otro de sus emblemas es el reloj central, tan antiguo como el Mercado del Puerto y que recientemente se ha refaccionado para que sus campanadas vuelvan a musicalizar el aposento cada media hora.

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